A continuación dejamos algunos consejos a tener en cuenta si queremos actuar como personas socialmente responsables en nuestras decisiones de consumo:
- Todos tenemos que pensar que nuestras decisiones tienen repercusiones directas e indirectas en nuestro entorno presente y futuro.
Cuando compramos algo estamos dando nuestro dinero a una empresa, a una forma de trabajar con recursos humanos y materiales, en cierto modo, premiamos las acciones de los fabricantes y distribuidores y castigamos a otros, ya que les privamos de ingresos.
- Tenemos que informarnos para evaluar las diferentes alternativas de compra y consumo.
Leer las etiquetas de los productos, conocer los símbolos de los envases, conocer los ingredientes de los productos, interesarnos por el modo de producción que se utiliza o por el modo de retribuir a fabricantes o intermediarios, son algunos aspectos que es conveniente considerar a la hora de elegir un producto u otro.
Debemos rechazar los productos o ingredientes tóxicos, no biodegradables, no reciclables, poco saludables.
Por ejemplo, los productos que contienen CFC (gases que permanece durante muchos años en el ambiente), causantes de la formación del agujero de la capa de ozono, presentes en aerosoles, pinturas, etc.
- Si consumimos solo los productos que verdaderamente necesitamos o los que menos impacto ambiental presentan se reducen también el gasto de recursos, la contaminación y los residuos.
Al respecto, es preferible comprar productos que se presentan en paquetes grandes y productos concentrados ya que generan menos basura. Reutilizar los envases, utilizar bolsas de tela o carros de la compra,...
Estas son algunas consideraciones, si conoces algún consejo más te agradeceríamos nos lo hicieras llegar para incluirlo.
Debemos abandonar la idea de que cada uno de nosotros no puede hacer nada por cambiar nuestro entorno, sí podemos y actuando lo haremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradeceríamos cualquier comentario.