Este control es muy importante en muchos sentidos alimentarios y ya sólo nos falta saber qué gallina fue la que puso el huevo que nos vamos a comer.
Desde 2004, la Unión Europea obliga a que todos los huevos destinados a consumo humano que se vendan envasados o a granel, deben ir marcados con un código en su cáscara.
Los huevos europeos deben tener la fecha de caducidad desde el 1 de julio de 2005. La etiqueta es obligatoria en todos los huevos con categoría A de calidad.
Vamos a fijarnos en el primer número del código, el que indica la forma de cría del ave, y que será una de estas cuatro:
1.- Gallinas camperas. Cuando las gallinas se crían en naves, pero con posibilidad de salir al aire libre, lo que se aproxima bastante a su hábitat natural.
2.- Gallinas criadas en suelo. Sin acceso al exterior pero se pueden mover libremente por la nave en la que se encuentran, aunque dicha nave esté densamente poblada.
3- Gallinas criadas en batería o jaulas. Un sistema que permite producir más huevos y disponer de mayores controles ganaderos y sanitarios a costa de una capacidad de movimiento limitada del ave.
Articulo realizado por Estefania Navarro y Victor Necega
En primer lugar felicitaciones por el blog a todos los que contribuis a ponerlo en la calle. Me parece una excelente iniciativa. En segundo, deciros que he ojeado los textos y que creo no desmerecen de los de cualquier profesional del consumo. Por ejemplo, tiene gancho y es muy periodístico el titular de esta entrada. En resumen y por todo, ¡enhorabuena!
ResponderEliminarAgradecemos tu comentario y tu interes en el blog. Gracias a estas participaciones podemos mejorar y asi informar mejor en temas acerca del consumidor.
ResponderEliminarEsperamos que sigas haciendolo en futuras entradas.